Virgen del acueducto de Segovia

Al mediodía del pasado 18 de junio se colocó en la hornacina situada en la parte más elevada del acueducto de Segovia la Virgen de resina que sustituirá a la original del siglo XVI que ocupaba este lugar. Esta, por su parte, tras una serie de tareas de limpieza  y consolidación, pasará a exhibirse en la cercana Real Casa de la Moneda segoviana, institución creada por Felipe II a orillas del Eresma. Se ponía así prácticamente fin a un complejo proceso de restauración que pasamos a detallaros en este artículo.

Todo comenzó el pasado mes de marzo, cuando se colocó un andamio que rodeaba el arco central del famoso monumento romano sin tocarlo. Este andamiaje permitió que un experto en fotogrametría -técnica que estudia y define con precisión la forma, dimensiones y posición en el espacio de un objeto a través de miles de fotografías con un margen de error de menos de un milímetro- analizara tanto la escultura como la hornacina en la que se encontraba la Virgen. Todo ello contribuirá además a aumentar el conocimiento sobre la zona, el pilar más alto del acueducto, en la arquería superior, a 23 metros sobre el suelo. 

Talla policromada

Los primeros estudios han revelado que la talla originalmente estaba policromada, ya que se han encontrado restos de pintura tanto en su parte posterior como en la inferior, las más protegidas frente a las duras inclemencias meteorológicas que la escultura ha sufrido en los 499 años que ha permanecido en esta ubicación, desde 1520. Así lo especifica el historiador Diego de Colmenares en su obra “Historia de la insigne Ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla” (1637), en la que escribe: “por esos mismos días, el 21 de marzo, fiesta de San Benito, un devoto ciudadano nuestro, nombrado Antonio de la Jardina, ensayador de la casa de la moneda, puso a su costa la imagen de piedra de Nuestra Señora, en el hueco o nicho de la puente que mira al mediodía; y la de San Sebastián en el nicho que mira al norte: acción religiosa que merece esta memoria. Desto se prueba que ya faltaban de allí las estatuas que se hicieron los nichos; o fuesen de Hércules, como dicen memorias antiguas, o de otros”.

 

Bajada de la Virgen origial del acueducto de Segovia.

Instante en el que desciende el embalaje en el que se encuentra la Virgen del s. XVI. / Foto: Kamarero-El Adelantado.

 

El operativo más complejo comenzó el 18 de marzo, cuando se retiró la talla de los anclajes que la sujetaban, se procedió a su embalaje y a bajarla con la ayuda de una grúa para trasladarla al taller de restauración. Y es que cabe recordar que esta imagen de la Virgen -presumiblemente dedicada a la avocación de la Virgen de la Cabeza- está realizada en piedra caliza blanca posiblemente de las canteras de las localidades cercanas de Madrona o Tejadilla, mide 1,60 metros de altura y pesa más de 1.000 kilos. La Virgen porta corona real y lleva el cabello suelto y rizado. En el pecho tiene un amplio collar del que cuelga una joya con forma de flor. Sostiene al niño con ambas manos, el cual está sentado en su regazo y muestra en su mano izquierda un orbe terrestre como Rey del Universo. A sus pies se encontraban dos querubines, aunque el de la derecha se ha perdido, que sostenían una cartela en la que, gracias a la fotogrametría, ahora se sabe que ponía “O Mater Dei, memento mei” (Madre de Dios, acuérdate de mí). 

Creación de la réplica

Las tareas de restauración han consistido principalmente en la eliminación del engarzado, y la limpieza y consolidación de la escultura original, ya que se decidió no reponer ningún elemento perdido. Por otro lado, y gracias a la impresión 3D a partir de los estudios fotogramétricos realizados previamente, se llevó a cabo un molde y el vaciado de la réplica que finalmente se ha colocado en el acueducto. Para su realización se han utilizado resinas epoxídicas de alta resistencia mezcladas con áridos (polvo de mármol, polvo de sílice, y pigmentos blancos y ocres) para la capa externa de 5 o 6 centímetros de espesor, la más visible, mientras que para el relleno se ha usado poliuretano, material más ligero. Así, el peso final de esta réplica se ha quedado entre 60 y 80 kilos, lo que ha permitido que para su colocación se haya recurrido a dos cestas elevadoras en lugar del andamiaje anterior. Además, queda otra réplica de plástico que sirvió de base del molde de la primera, y que se baraja situar cerca del acueducto para mostrarla a los visitantes.

 

Subida de la réplica de resina de la Virgen del acueducto de Segovia.

Preparativos previos a la colocación de la réplica de la talla en el acueducto. / Foto: acueducto2.com.

 

Toda esta operación para la restauración de la Virgen del acueducto ha sido posible gracias a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, que ha aportado 17.000 euros a través de un contrato de patrocinio suscrito con el ayuntamiento de Segovia. Y es que solo la colocación del andamio para el desmontaje de la talla tuvo un coste de 5.000 euros. Ya a principios de este siglo, la concejalía de Patrimonio Histórico del consistorio segoviano planteó la restauración de la imagen e incluso encargó una memoria valorada, con un presupuesto de 15.700 euros, y solicitó a la Caja Segovia que costeara los trabajos, aunque estos nunca llegaron a realizarse porque en 2010 el gobierno municipal consideró que el deterioro de la imagen no era tan elevado. Sin embargo, este año la restauración quedó completamente justificada después de que en el mes de abril un fragmento de la talla cayera hasta el suelo.