Hacía ya mucho tiempo que los vecinos del distrito madrileño de Carabanchel reclamaban a la Comunidad de Madrid la apertura al público de la Finca Vista Alegre, uno de los ocho parques históricos de la capital y que ha sido declarado Bien de Interés Cultural el pasado mes de marzo. Y por fin sus reclamaciones parecen haber sido escuchadas, ya que la Administración autonómica empezó el pasado mes de julio las obras en este recinto con la idea de hacerlo accesible a todos los habitantes y visitantes de la ciudad a lo largo de 2019.

La Finca Vista Alegre se convirtió en Real Sitio en 1831 cuando lo adquirió la reina María Cristina, cuarta esposa del rey Fernando VII. En sus orígenes, era un espacio de recreo compuesto por varios palacios y edificios entre los que predominaba el estilo Neoclásico. Entre ellos, se extendía una ría navegable de unos 700m de longitud rodeada por amplios jardines y figuras ornamentales. Las estancias del palacio principal, el Palacio Viejo, fueron decoradas por la reina, quien a las obras anteriores que ya poseía añadió pinturas de los artistas más afamados de la primera mitad del siglo XIX. Posteriormente la quinta fue donada a la reina Isabel II y a su hermana, la infanta Luisa Fernanda de Borbón, y, después, fue vendida a José de Salamanca y Mayol, marqués de Salamanca, quien completó la construcción de su Palacio Nuevo. Más adelante sus herederos vendieron la finca al Estado con la única condición de que se dedicara a fines sociales.

Imagen frontal del Palacio Viejo de la Finca Vista Alegre (Madrid).

Imagen frontal del Palacio Viejo. / Foto: Kike Para – El País.

El Palacio Viejo, que actualmente funciona como centro de formación del profesorado de la Comunidad de Madrid, es quizá su edificio más destacado. Este recinto cuenta con una capilla, una de las pocas de estilo Neomudéjar que se pueden encontrar en Madrid, cuya idea es reconvertirla en un salón de actos. Los jardines que se encuentran en el exterior del palacio combinan los divertimentos ideados por la nobleza del XIX con la decoración religiosa instalada en el XX. Al primer grupo pertenece precisamente un cenador compuesto por una mesa de piedra cubierto por un techo vegetal que pronto será restaurado. Así mismo, se van a restaurar los bancos y farolas originales del XIX, replicando la ambientación que generaban en su tiempo.

Capilla neomudéjar del Palacio Viejo de la Finca Vista Alegre (Madrid).

Capilla neomudéjar del Palacio Viejo. / Foto: Kike Para – El País.

Respecto al Palacio Nuevo, el que el Marqués de Salamanca utilizó como residencia de verano y, posteriormente, como residencia habitual hasta su muerte en 1883, su estado está mucho más deteriorado. Por el momento solo está prevista la apertura a los visitantes de su recibidor, ricamente dotado de una decoración circular de mármol en su suelo y una cúpula en lo alto, ya que el resto del edificio, cerrado desde hace muchos años, deberá recibir una rehabilitación completa más adelante (aunque, dado su estado, su consolidación estructural ya se ha realizado).

Recibidor del Palacio Nuevo de la Finca Vista Alegre (Madrid).

Recibidor del Palacio Nuevo. / Foto: Kike Para – El País.

También sobresale “la Estufa”, una especie de invernadero para que la realeza disfrutara de árboles exóticos, compuesto de dos pabellones exteriores y uno central. En el fondo de uno de ellos se encuentra el Baño de la Reina, una enorme bañera circular que también se podrá visitar una vez restaurada. El objetivo es transformar la Estufa en un pabellón de bienvenida a los visitantes, quienes podrán contemplar los jardines desde sus grandes ventanales. Además podría acoger exposiciones temporales al estilo del Palacio de Cristal del Retiro.

Baño de la Reina de la Finca Vista Alegre (Madrid).

Baño de la Reina. / Foto: Kike Para – El País.

La Finca Vista Alegre forma parte de los ocho parques históricos de la villa de Madrid junto al Retiro, la Dehesa de la Villa, la Quinta de los Molinos, la Casa de Campo, el parque del Oeste, la Quinta de Torre Arias y la Quinta de la Fuente del Berro. Actualmente la finca está dividida en trece recintos que la fragmentan, impidiendo la comunicación entre ellos. Del total, once pertenecen a la Comunidad de Madrid y los otros dos al Estado, y se emplean para funciones asistenciales y educativas. La superficie de la finca está en torno a las 45 hectáreas, algo menos de la mitad de la extensión del Retiro.

Las obras, que cuentan con una dotación de 15 millones de euros, se realizaran en dos fases. La primera se centrará en la limpieza, el arreglo de deterioros en el jardín, talas y podas. Además se recuperaran caminos históricos y la iluminación, así como elementos singulares como la Puerta Real, sus fuentes y parcialmente la ría. También se restaurarán construcciones como, por ejemplo, las ya citadas Estufa y el recibidor del Palacio Nuevo. La segunda fase, por su parte, continuará con la restauración de los edificios y la remodelación de los jardines –los cuales se integrarán entre sí con la eliminación del cerramiento no histórico que los separa-. Aunque el espacio está previsto que abra sus puertas el próximo año, las obras no finalizarán hasta 2021.